Levantó el vuelo tras el quejigo mientras ascendía el camino hasta las cumbres de la huerta, a la altura de los cortijos de Fuente Alta. Cuando dispuse la cámara fotográfica ya había ganado en mucha altura. Aún así la foto no es mala. No soy experto en la identificación de rapaces, pero consultando mis libros, considero que es un águila culebrera europea por la silueta y los colores que se observan en toda su parte inferior. Es una foto del mes de septiembre, todavía en pleno verano.
Es una rapaz perfectamente identificada en los parques naturales de la provincia de Jaén. Vive en zonas abiertas cercanas a masas boscosas, en altitudes medias y de poca precipitación, es decir, donde pueden proliferar las culebras y los lagartos, principal base de su alimentación. Es decir, en un ecosistema como la zona de la Huerta de los Frailes. Dicen que cría en nidos sobre los árboles del bosque. Yo no he visto ninguno por allí. Supongo que buscará espacios más lejanos de la presencia humana.
El problema es la comida. Los seres humanos de aquellos parajes no dan tregua a las culebras. Los lagartos últimamente se respetan más su vida. Pero las serpientes lo tienen muy difícil. Llevo años concienciando de la necesidad de respetarlas, que no son venenosas, habitualmente del tipo culebras de escalera. Las víboras son muy escasas y ocupan las partes más altas de la montaña de pastos. Pero no hay forma, siempre mueren en mi entorno varias cada año, y sobre todo las atropelladas en las carreteras. Menos mal que en la huerta tienen un buen refugio. Pero no es suficiente, el campo no tiene puertas, y ellas buscan los espacios más abiertos del olivar donde disfrutan del sol, y ahí encuentran su muerte.