viernes, 31 de diciembre de 2010

Culebra de escalera en diciembre


Sorprendente ver este animal el día 29 de diciembre. Estaba en un canto de tierra introducida en un agujero, seguramente de topo o ratón, para comérselo. Bueno, lo que sea se lo comió, porque tenía un bulto en su cuerpo. Salió marcha atrás, y después buscó escondrijo entre las támaras amontonadas.

viernes, 22 de octubre de 2010

Ardilla







El domingo pasado Claudia y yo recorrimos en coche una ruta interior del bosque que parte del castillo de Arenas y llega a los cortijos de Prados Bajos, dentro del término municipal de Campillo de Arenas. Dos horas de camino hasta llegar al rio Valdearazo. Un bosque que cubre el Barranco Monasterio y una impresionante finca forestal que es continua hasta el pantano Quiebrajano. Son miles de hectáreas de pinos, encinas, enebros, romeros y tomillos. Son profundos valles y, de vez en cuando, grandes riscos de piedra, extensas zonas de pinos de repoblación forestal con monte autóctono de encinas y monte bajo.
Y en el camino la sorpresa que más nos alegró el día: las ardillas. Dos de ellas se nos cruzaron delante del coche. Creía que habían desaparecido de estos bosques, por lo que nos sentimos muy contentos de este reencuentro.
Al final el riachuelo, con aguas limpias, en el espacio más abierto de Prados Bajos. Las viviendas abandonadas, a pesar de verse que han sido rehabilitadas no hace muchos años.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Arrendajo común


Estaba esta mañana sentado en el escalón de entrada a la cabaña, recién levantado, poniéndome las zapatillas, cuando se posó en el peral más cercano. Llegó muy ruidoso y con más ruido se marchó rápido. No suelo verlos ni oirlos mucho, aunque es una especie habitual de estos parajes. Tal vez la razón sea la disminución de árboles frutales.
No sé si tan temprano iría en busca de los higos o las peras.
Es de la familia de los córvidos. Vive y cria en los bosques. Come de todo, incluso bellotas, que le gusta guardarlas en agujeros de árboles para el invierno. Lo peor es que también está dispuesto a comer huevos y polluelos de otras aves.

martes, 24 de agosto de 2010

El carbonero garrapinos

El pisto está haciéndose en la sartén. Después le pondremos unos huevos fritos encima y tendremos una comida magnífica.
Es mediodía y acabo de regar en la ladera del Cerrillo de San Marcos, cuando el sol pica de calor. No hace bochorno, pero es posible que estemos a unos treinta y cuatro grados. La tierra calcárea y blanca desprendía calor cuando el agua de la manguera entraba en contacto con ella como si fuera la parrilla de una barbacoa. Un pajarillo de sombrero y perilla negra se posó en un olivo muy cercano, primero en unas ramas más lejanas para irse acercando y descendiendo hasta colocarse a unos tres metros de mí y del agua que hacía un ruido muy agradable al caer. Miraba el agua y piaba. Estaba deseando tirarse a ella y bañarse. Pero dudaba. Seguía piando y mirándome alternativamente a mí y al agua sin decidirse qué hacer. Finalmente no debí darle la suficiente confianza y voló al pino más cercano del Cerrillo.
El pisto continua chisporreteando en la sartén, mientras busco en mi pequeña biblioteca de naturaleza de la cabaña. En "El gran libro de las aves de los países de Europa" de la editorial Susaeta, encuentro a mi pajarillo asfixiado e indeciso: el carbonero garrapinos. Dice el libro que vive en los bosques de monte alto provistos de árboles resinosos(como es este caso), en casi toda Europa excepto en las regiones situadas en el extremo norte. En los países del sur es sedentario. Dice también que a finales de abril construyen sus nidos en los agujeros de los árboles o en las fisuras de los roquedales. La hembra pone nada menos que 14 ó 15 huevos que incuba durante dos semanas. Después a los polluelos los alimenta con insectos, larvas y arañas. Anida una segunda vez en el mes de junio.
Para ser tan prolífico es la primera vez que identifico su presencia. Su pariente, el carbonero común, sí es muy habitual de la huerta. La variedad "garrapinos", si es nueva en la zona, espero que encuentre agujeros en los muros de piedra que he levantado. Por si acaso, debería, este invierno, colocar cajas-nido en los árboles del Cerrillo y así faciltarles su asentamiento.
El pisto ya está. Y la foto es de internet. A mí me fue imposible pedirle que esperase para ir a por la cámara para hacerle la foto.

jueves, 12 de agosto de 2010

Alejandro







Aspirante a conocer los misterios maravillosos de la naturaleza. Será un magnífico amigo de los animales.














domingo, 27 de junio de 2010

Primera cosecha de nísperos

Este es un níspero joven, plantado en una de las terrazas más bajas, y que ha crecido mezclado con un membrillero. Este año ha dado frutos por primera vez. Son exquisitos. Un sabor fresco y muy dulces, gruesos y redondeados.

Nido en almendro

Creo que es de mirlo. Ya criaron y volaron los polluelos.

lunes, 7 de junio de 2010

¿Pinzón confiado?

Me miraba tranquilamente el sábado por la tarde al salir de la huerta. No sé si es un pinzón hembra o una cría de jilguero. Había ya poca luz y en la foto no es tampoco clara.

Lagartija colilarga


En la parte inferior de la cabeza es de color rojo y el abdomen amarillo. La fotografié el viernes pasado a los pies de los abrigos rocosos con pinturas rupestres de La Morciguilla de la Cepera, en El Condado de Jaén.
Alberto Sanfrutos me dice que es el macho, en período de conquista de las hembras, donde se enseñorea con ese vistoso color rojo.

lunes, 31 de mayo de 2010

Llegó el verano


Aunque sea final de mayo, el cielo se despejó, luciendo un azul suave, el vestido que usa cuando nos manda temperaturas que rondan los treinta. Son esos días que al mediodía invitan a ponerse a la sombra. La luz es tan intensa que el reflejo en el blanco calcáreo del suelo nos hace daño en los ojos. La tierra de golpe se seca, las hierbas se ponen amarillas, y pareciera sonar un clamor general de todos los habitantes de la huerta pidiendo agua. Y yo me pongo como loco, manguera en mano, regando por doquier. Primero, las hortalizas; segundo, los rosales y demás vegetación jardinera que rodea los cultivos hortícolas; tercero, el cordón perimetral de las terrazas superiores y entorno del estanque; cuarto, el trayecto que comunica la cabaña con el pajar; quinto, el vivero; sexto, el cerrillo de San Marcos; y séptimo, todas las terrazas mediante el riego por irrigación con microtubos. Me lleva unas ocho horas buenas.
Mi alarma seguramente es innecesaria. La mayoría de las plantas son de clima seco y deben aclimatarse. Las tengo malcriadas aportándoles agua de vez en cuando. De todas formas las que más me preocupa son las del vivero y las recién plantadas este año.
Disfruté ayer de una cuadrilla de voluntarias que a uno le insuflan mucha energía. Mis hermanas, arreglando las trepadoras de la pérgola central, y Cecilia, arrancando hierbas de las patatas. Y siempre mi padre, listo para labrar los canteros de las hortalizas.
Las gallinas se han superado a sí mismas y esta semana han puesto cuarenta y seis huevos. Todo un récord.
Los zorros y demás compañía salvaje apuran hasta el último grano de comida que les dejo todas las semanas. Los pájaros ya han descubierto el nuevo comedero recién instalado, y andan yendo y viniendo a él todo el día, sobre todo los gorriones.
He visto alguna serpiente y varios lagartos. De los conejos no tengo noticias. La colonia de abejarucos están todo el día planeando en el cielo sobre la huerta. Los mirlos, pinzones y jilgueros son los más cantores del valle. El cuco anda en la zona. Las tórtolas, tanto las comunes como la turca, son más abundantes. También observo cierto incremento de la paloma torcaz. De las rapaces nocturnas no hay rastros.
Debo aprender a conocer y observar mejor los insectos. Tengo un vacío importante en dicha materia. También me ocurre con las pequeñas plantas silvestres.

Y más flores







Las patatas, exhuberantes


Un experimento: cultivo de cidras


Los primeros tomates verdes


domingo, 16 de mayo de 2010

sábado, 10 de abril de 2010

Fantástico grupo de abejarucos




viernes, 2 de abril de 2010

Zorzal charlo con problemas


Lo hemos encontrado cerca del rio, en nuestro paseo. No tiene heridas, corre por el suelo bien,pero no puede volar. Funciona como si fuese una cría. Esta variedad de zorzal es sedentaria en la zona.Se diferencia del zorzal común en el color blanco de debajo de las alas, además de que éste emigra hacia el norte en estas fechas. ¿Es una cría? ¿Tan pronto han criado? Suele criar dos veces por año. Es un ave que se alimenta de invertebrados, aunque aquí tienen fama de alimentarse de aceitunas.
Lo dejé en libertad, aunque no creo que sobreviva.

Jara interesada por el portátil


jueves, 1 de abril de 2010

Abejaruco común


Una mañana extraordinaria de este 1 de abril con los buenos días que me han dado los abejarrucos. Hacía tiempo que no los veía.
Buscan terraplenes para anidar, excavando agujeros en las paredes de tierra.
Su dieta principal está formada por abejas, avispas y otros insectos voladores.
Antes anidaban mucho en esta zona. Espero que encuentren el talud de tierra adecuado y se queden.
Es un visitante del buen tiempo. Proceden del sur de Africa y la India. Tienen mérito. Un viaje un poco largo cada año.

lunes, 1 de marzo de 2010

Curruca capirotada


La ví ayer acompañada de otras iguales. Pero no pude fotografiarlas.