martes, 24 de agosto de 2010

El carbonero garrapinos

El pisto está haciéndose en la sartén. Después le pondremos unos huevos fritos encima y tendremos una comida magnífica.
Es mediodía y acabo de regar en la ladera del Cerrillo de San Marcos, cuando el sol pica de calor. No hace bochorno, pero es posible que estemos a unos treinta y cuatro grados. La tierra calcárea y blanca desprendía calor cuando el agua de la manguera entraba en contacto con ella como si fuera la parrilla de una barbacoa. Un pajarillo de sombrero y perilla negra se posó en un olivo muy cercano, primero en unas ramas más lejanas para irse acercando y descendiendo hasta colocarse a unos tres metros de mí y del agua que hacía un ruido muy agradable al caer. Miraba el agua y piaba. Estaba deseando tirarse a ella y bañarse. Pero dudaba. Seguía piando y mirándome alternativamente a mí y al agua sin decidirse qué hacer. Finalmente no debí darle la suficiente confianza y voló al pino más cercano del Cerrillo.
El pisto continua chisporreteando en la sartén, mientras busco en mi pequeña biblioteca de naturaleza de la cabaña. En "El gran libro de las aves de los países de Europa" de la editorial Susaeta, encuentro a mi pajarillo asfixiado e indeciso: el carbonero garrapinos. Dice el libro que vive en los bosques de monte alto provistos de árboles resinosos(como es este caso), en casi toda Europa excepto en las regiones situadas en el extremo norte. En los países del sur es sedentario. Dice también que a finales de abril construyen sus nidos en los agujeros de los árboles o en las fisuras de los roquedales. La hembra pone nada menos que 14 ó 15 huevos que incuba durante dos semanas. Después a los polluelos los alimenta con insectos, larvas y arañas. Anida una segunda vez en el mes de junio.
Para ser tan prolífico es la primera vez que identifico su presencia. Su pariente, el carbonero común, sí es muy habitual de la huerta. La variedad "garrapinos", si es nueva en la zona, espero que encuentre agujeros en los muros de piedra que he levantado. Por si acaso, debería, este invierno, colocar cajas-nido en los árboles del Cerrillo y así faciltarles su asentamiento.
El pisto ya está. Y la foto es de internet. A mí me fue imposible pedirle que esperase para ir a por la cámara para hacerle la foto.

jueves, 12 de agosto de 2010

Alejandro







Aspirante a conocer los misterios maravillosos de la naturaleza. Será un magnífico amigo de los animales.